martes, 8 de junio de 2010

De lecturas más o menos recientes (II)


Los objetos no deberían tocar, puesto que no viven. Uno los usa, los pone en su sitio, vive entre ellos; son útiles, nada más. Y a mí me tocan; es insoportable. Tengo miedo de entrar en contacto con ellos como si fueran animales vivos.


La náusea, de Jean-Paul Sartre

 
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