
El escritor es la chica del bar y el amante de la chica del bar, el gángster y el policía, el homosexual y el fascista, el marxista y el heterosexual, la víctima y el asesino. El asesino de mi novela es el escritor. Es decir, yo. Y si no soy detenido en las horas que siguen a esta revelación es que ya no puedes fiarte ni de la literatura.
1 comentario:
Una de literatura social un poco melancolica;
Debemos arrojar a los oceanos del tiempo una botella de naufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobreviviran: que aqui existio un mundo donde prevalacio el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad.
Un abrazo BRO! PD ( no sabia que poner y me flipa esa cita =D )
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